Ya sabéis soy un señor mayor con cosas de señor mayor. Como el título de esa película de Amenábar. He abierto los ojos, aunque desgraciadamente, sigo viendo lo que veo, menos que tres en un burro.
Hoy, día internacional de la mujer, he leído que han derogado la ley del Sí solo es Sí, buque insignia de la política de nuestro gobierno. Muchos avisos previos, muchas campañas a favor y en contra, mucho eslogan y verborrea, para obtener unos pésimos resultados, digamos para no obtener ningún resultado positivo. Porque si bien nace esta ley para mejorar la situación del abuso sexual sobre la mujer y amedrentar a los futuros agresores, el único resultado que ha obtenido según cifras del diario El País a tres de marzo de 2023 son 721 penas rebajadas y 74 excarcelados.
Otras fuentes cifran en unas 4000 las rebajas obtenidas- Como en todo, las cifras no pueden ser corroboradas, porque son nuestros organismos públicos las que deberían recogerlas y no han hecho ninguna estadística al respecto. Aunque si lo que querían era mejorar sus cifras de votantes, con esta ley, habran ganado unos cuatro mil votos aproximadamente.
Pero datos al margen, me he dado cuenta de que, a pesar de una legislación nefasta, un achicar agua constantemente sin tapar el agujero, nuestra minoría gobernante no ha querido arreglar su desaguisado. Ha preferido infantilmente hundirse con su barco a reconocer su falta de preparación, su escasa atención a las necesidades de la ciudadanía y un conocimiento nulo del lenguaje escrito y verbal que les venia avisando desde hace tiempo de los fallos que iba a provocar el funcionamiento de su Ley.
Y por fin he visto que aunqué no sirva de precedente, nuestra clase política, avariciosa y egoísta sin par, se han puesto de acuerdo para derogar una ley que solo beneficia a los agresores a los que iba destinada.
Podría decir que merecen mis elogios y aplausos, y que por fin ha prevalecido el bien común sobre sus necesidades partidistas. Pero no es cierto para nada. Se han puesto de acuerdo come en el caso de encerrarnos por la pandemia, porque no había más “guebos” que hacerlo. Supongo que el eslogan para derogar la dichosa Ley es “Si o Si”.
Cinismo aparte, hemos vuelto a la ley anterior, la misma que había encerrado a esos agresores y violadores, que como todo tendrá que mejorarse en aquellos puntos donde flaquee, pero esta vez que lo hagan consultando a esa infinidad de consultores, juristas y asociados que les pagamos y que redacten algo mínimamente que mejore las cosas y no las empeore. Y que no hagan caso omiso a las críticas, que escuchen a todas las partes implicadas y que por una vez no hagan oídos sordos a la ciudadanía, que por otro lado, no los había votado.
Y como soy un señor mayor, he abierto los ojos y me he dado cuenta que la culpa de que tengamos estas y otras leyes que nos dividen, nos perjudican y nos encrespan, es mía y solo mía y de mi buenismo. Ese pasotismo a la hora de ir a votar, ese repudio a todo lo que venga de los políticos, esa abstinencia a enterarme de lo que hacen, ha provocado que minorías como la que nos gobierna hagan leyes que nos perjudican. Y he decidido ir a votar, pero ir a votar no con el corazón y mis ideas, sino votar con la cabeza y pensar en lo que más me puede beneficiar.
Angelito´S
