Ya sabéis soy un señor mayor con cosas de señor mayor. Después de tres whiskys y alguna que otra copa de ponche, mi amigo el Pakete Cósmico me pregunta:
¿Qué es la Navidad?, yo te “vi” explicar lo que es la Navidad. Es el nacimiento de nuestro profeta Jesús.
- ¡Joe Pakete!, si “tescuchan” los cristianos te excomulgan de seguro. Tú sabes eso de la trinidad: la paloma, Dios y Jesús…
Quita, están los Hermanos Trinidad y su segunda parte le llamaban Trinidad, buenas pelis donde las hubieran hecho, de Bud Spencer y Terence Hill, pero eso es otra historia. Como te decía, hay un montón de profetas, Mahoma, Buda, Confucio, Jesús y no sé cuantos más, pero todos tienen un mismo Dios. Lo que paso es que Dios les conto su caso por separado y en diferentes idiomas y de ahí que cada uno interpretara el mensaje final a su manera.
A lo que vamos, “taba” José el padre de Jesús, en mitad del campo, “zumbándose” a su cabra favorita, al ritmo de la coplilla esa de “los peces del río”. Porque es de todos sabido que la María su esposa le había puesto los cuernos y había quedado preñada, y para no acusarla y lapidarla, porque en el fondo la quería, pues se desahogaba el hombre con lo que podía. Total, que se le aparece el Gabi, el angelito ese, “çoitus interruptus”, mala sangre. Y le suelta eso de que ya viene el Mesías. ¡Que “carallo” de mesías, ni que leches!, le dice el José subiéndose los pantalones. ¡Que si hombre!, que la María está pariendo en el pesebre de un vecino. Porque resulta, que, para no acusar a su esposa ante los romanos, se habían tenido que largar de Jerusalén a Belén a lomos de un “borrico sabanero”. Por aquellos entonces no había musulmanes ni rastro de moros en todo Israel, porque “tos” eran “mu” judíos y también había “jodios” romanos paganos, de esos que adoran a los planetas.
“Pos” a lo que iba, el angelito Gabi, que “taba” puesto hasta las trancas de farlopa culera, le dice al José que se las “pire” cagando leches, al pesebre, con el buey y la mula, que se sabe eran de un vecino de Belén y que compartían habitad con ellos. ¿Y tú que vas hacer?, le pregunta José al Ángel. Propagar la buena nueva, le contesta mientras se mete otro “camoto” que le despeje de la noche que lleva dando vueltas de aquí “palla”. Total, que sale volando al ritmo de la canción de “Rodolfo el Reno”.
Se conoce que con el colocón se pasó de frenada y en estas va y se cruza en mitad del desierto con tres traficantes, que van a lomos de camellos. Y “vusotros”. ¿Quiénes sois?, les pregunta el Gabi a los traficantes, “semos” comerciantes, Melchor y Gaspar. Le responde el de la barba rubia. ¿Y el moreno como se llama?, Basaltar y se calló. ¿Y tenéis algo “pa” ponerse?, les pregunta el Gabi, que ya va de bajón. El de la barba rubia le responde, que el lleva oro, el de la barba blanca lleva incienso y el moreno responde que lleva mirra. ¡Pues pásame unas rayitas de mirra! Mientras se mete la mirra por la nariz, les dice que tiren “pa” Belén que “sa montao” un festival por el nacimiento de Jesús y allí pueden colocar su producto. “Entoes” le pega un gran apretón intestinal al angelito, fruto de la mirra dichosa, y con un grandioso cuesco despega, “pa “seguir pregonando el nacimiento del mesías. El moreno, “mu avispao” el tipo, le pregunta al Ángel, ¿”Ande” queda el Belén ese?, sigue el rastro amarillo, que “susvoy” dejando de la cagalera producida por la puñetera mirra. Mira que bonica la estrella que va cagando el Ángel dice el de la barba blanca. Y marchan alegres cantando la cancioncilla esa de “ya vienen los reyes magos caminito de Belén”, a la vez que se fuman unos canutillos de polen que ha liado el barba rubia.
Vuela que te vuela, llega descompuesto al portal de Belén nuestro Ángel incansable, allí se tropieza, con pastores y cabreros, y a todos va contándoles lo del nacimiento de Jesús. Y dale que te pego, se lo cuenta a los herreros, a los carpinteros y hasta al molinero, le hace ojitos a la hija del panadero que esta la moza de toma pan y moja, he incluso se lo dice a un tipo que está cagando y a todos con las mismas cancioncillas de “campana sobre campana” y “noche de paz”.
Y todos, juntos, van por el cerro hacia el pesebre, cantando (“Asubian” los pastores por el cerro, “abajan” los pastores por el cerro). Se van cruzando con puñados de cabritas y cerditos y conejitos y ovejitas y vaquitas y toda clase de animalillos, “igualico” que el corral del Koala, que se unen a la fiesta para ir a visitar a Jesús. Y siguiendo al Ángel y su rastro amarillo de mierda, marchan todos a rendir homenaje al recién nacido. Cierra el desfile un niño, que, cojeando, va tocando su tambor, (el camino que lleva a Belén “poroponpon”).
Y una vez todos reunidos en el pesebre, felicitan a José y María y aplauden a su vástago el niño Jesús. Y como los animalillos han ido también, pues los cocinan y se los comen, montando una gran barbacoa. Llega el rey Herodes con cerveza y vino, les suelta el mensaje navideño, suenan más canciones. “Hoy es Navidad” y “Adestes Fideles”.
En estas llegan los tres comerciantes repartiendo sus mercancías y alguien los llama reyes magos de oriente, y se montan unas risas grandes y todos comen y beben y son felices porque ha nacido el niño Jesús. Gabi el Ángel, se pilla un saco de “caballo” y decide marcharse al cielo a pegarse una fiesta con Dios y sus amigos angelitos. Despega, pero la mala suerte que se le rompe la bolsa de “jaco” y se desparrama por todo el cielo el polvo blanco, y el niño tamborilero, que se llama Raphael, le da por cantar “oh blanca Navidad”.
Y el Ángel Gabriel riéndose con la canción, llega al cielo, donde es ascendió a Arcángel, que tiene las mismas funciones que un Ángel, pero le pagan un plus por el cargo.
- Eres la “reostia” Pakete.
Y como soy un señor mayor, solo me queda decir: colorín colorado este cuento se ha acabado.
Angelito´S
