Ya sabéis, soy un señor mayor, con cosas de señor mayor. Un día estando en la tienda, un viejo se me acercó, rascándose la chorra por debajo el pantalón, y me dijo; “oye colega pásame la cuenta, que lo del Menelao lo paso yo”. Andaba yo escuchando la canción “el abuelo fue picador” de Porretas, así que no tengo muy claro lo que le dijo mi amigo. Pero le pase el “save game”, la partida guardada del último juego en el que estoy picado, Troya, una saga histórica, de los Total War que he conseguido gratis.
Y sí, soy un picador, un currante de los juegos de estrategia, yo pase de los juegos de tablero, con mapas hexagonales y dados, a los creados por ordenador. Algunos siguen poniendo hexágonos para que se muevan las piezas. Pero donde de verdad me lo trabajo es en los Total War. A lo largo de los años he pasado de ser un aficionado a un verdadero fan de estos artículos.
Mis plataformas están repletas de títulos como; Rome, Medial, Empire, Shogun, Napoleón, Attila, Three Kingdoms, Troya, … Y otros más antiguos como Age of Empires, Heroes & Genereals, A game of trones, etc. Me atraen los juegos de estrategia como la mierda a las moscas o mejor dicho, como la miel a los osos, aunque esto último no puedo asegurarlo.
Comerme el coco, pensando e ideando planes para ganarle una partida a la inteligencia artificial (IA) programada en el juego, me produce una increíble satisfacción personal. Por lo pronto siento que puedo con las máquinas, aunque escucho a otros jugadores recriminar las trampas del juego, y eso es porque no conocen su funcionamiento, si queremos que la IA sea más difícil, está programado boostear al ordenador y nerfear al jugador, para poner todo tipo de impedimentos. Por supuesto ganarles partidas a otros jugadores humanos también me gusta, pero no soy muy competitivo, por lo que lo disfruto mucho menos.
Y no me he olvidado del Warhammer, en sus dos versiones esperando ansiosamente la tercera. Este juego funciona igual que los históricos anteriormente mencionados, pero añade el mundo de la fantasía épica, basado en un juego de mesa, el Fantasy. Desgraciadamente no fui jugador de este juego de mesa, ni creé miniaturas, ni pinté modelos. Me habría gustado, pero no tuve ocasión. Este juego aúna un mundo con dragones, troll, orcos, elfos, humanos, ratas, lagartos, vampiros, dinosaurio, vikingos, piratas y por supuesto enanos. Con historias y libros propios de su mundo (códex), con batallas terrestres y aéreas, y con todo tipo de dinámicas de juego, desde ataques con caballería pesada a defensa de castillos con cañones y mosquetes, utilizando magos y tanques de vapor, giro-copteros y catapultas de goblins. Hace que para mí sea una experiencia inolvidable. Le llevo echado más de mil horas, y a día de hoy sigo jugándolo y llevándome sorpresas.
En este tipo de juegos, ayuda mucho la creación por parte de la compañía de DLCS, continuamente. Estas expansiones no solo hacen mejoras en las reglas del juego, nerfean (disminuyen) y booestean (aumentan) el valor de personajes, unidades y objetos. Crean nuevas historias y más unidades, personajes y objetos, haciendo más rico el mundo en el que juegas. Otra cosa que hace que la experiencia del juego sea mejor son los MODS que crea la comunidad de jugadores. Estos implementan mejoras de los juegos que la compañía no quiere o no puede poner.
En la gran mayoría de estos juegos, suelen haber comunidades de jugadores, que participan activamente, tanto jugando on line, como en la red contra otros jugadores. Estas son partidas clásicas de batallas, sin tener el mapa de campaña. Juegas por la victoria y el ranking, porque para los jugadores son muy importantes las listas y el número que tienen en ella. Esto crea situaciones de jugar muy a la defensiva, haciendo córner camping, o a abusar de unidades muy mejoradas, sobre todo dragones. Acciones ambas muy criticadas por los jugadores en general.
Y sobre todo hay una cosa que ayuda muchísimo a todo picador de juegos de estrategia, y es sentarse y comentar tus batallitas con otros jugadores. En mi caso con la última campaña que estoy jugando con Menelao, del juego de Troya. No le saco punta, también es verdad que desconozco sus reglas y que solo le he echado unas pocas horitas.
Y como soy un señor mayor, que se ha leído al maestro Sun Tzu, “si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; y si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla”. En esa frase de “saber cuándo luchar y cuando no”, he decidido pedir consejo a un amigo.
Angelito´S
