Ya sabéis, soy un señor mayor, con cosas de señor mayor. Como siempre, me levanto una hora antes para sentarme al trono a leer, de hecho, el lector electrónico lo tengo en el aseo. Cosa curiosa esta que me hace pensar en el perro ruso, ese que cuando le ponían comida se dedicaba a salivar. Claro que, viniendo de los rusos, no me extraña que el “animalico” estuviera muerto de hambre. El caso es que me creo ese efecto, pues cuando cojo el lector siempre me dan aprietos, cosa que en mi caso de estreñimiento perpetuo me viene bien.
No es el único caso en mi vida. Siempre que monto un ordenador ‘Gaming’, o sea, para jugones, me entra una envidia, un ansia viva, de comprarme un ordenador de esos. Cosa curiosa la de estos PCs, están diseñados para ser atractivos a la vista, con formas muy llamativas y con muchas lucecitas de colores tipo led. Gran cantidad de ventiladores, incluso con refrigeración líquida, que es un radiador como el de los coches adaptado a estos aparatos. Pero me quedo corto explicando qué significa un ordenador de estas características.
En primer lugar, estos ordenadores, reúnen casi siempre los mejores componentes, pues jugar con el ordenador demanda una gran cantidad de recursos. Así que en ellos vemos los mejores procesadores, dependiendo de socket, de sin son AMD o Intel, podemos encontrar I9, I7 o incluso RYZEN 9 o 7, con velocidades en hercios que van desde los tres a lo cuatro Gh, con el consecuente consumo energético aumentado, y aparte de un mínimo de seis núcleos, tienen una gran cantidad de memoria caché y un precio medio de unos cuatrocientos cincuenta euros. Por supuesto, para disipar el calor que producen, hay que ponerle un disipador enorme, normalmente con refrigeración líquida con un precio medio de ochenta euros. Este a su vez es instalado en una placa base de calidad superior y precio medio acorde de unos ciento veinte euros, esta placa como poco lleva para poner dos gráficas, seis satas de última generación, varios slots PCI express, donde pinchar todo tipo de tarjetería, como poco cuatro slots de memoria, USB internos varios, incluidos los USB tres, multitud de conectores de corriente y para ventiladores, panel de control y por supuesto un exterior con todo tipo de puertos y un mínimo de seis USB. En esta placa añadiremos una indecente cantidad de memoria RAM, con precio variable, dependiendo de la cantidad y velocidad de la mismas, por supuesto estas pueden llevar luces, treinta y dos Gb con velocidad de alrededor de los tres mil Mhz y un valor medio aproximado de ciento cincuenta euros. Ahora toca poner el disco duro, en nuestro caso SSD tipo NVME, pinchado en placa con velocidades de escritura y lectura que superan los dos mil Mb/s. Con capacidad de un TB, precio medio de cien euros. Para finalizar acoplarle una gráfica, que nos dé un alto rendimiento, con HDMI y DISPLAYPORT como puertos exteriores, en nuestro caso me decanto por NVIDIA GFORCE RTX 3060 SUPER, dieciséis Gb de memoria DDR6, con un precio medio de quinientos euros.
Con lo anterior hemos creado el motor de nuestro ordenador. Ahora toca ponerlo en una caja con sus luces, una caja gaming prefabricada, con leds y controles de las mismas, formato ATX, que permite cualquier tipo de tamaño de gráfica, puertos exteriores USB, sonido, tarjetas, un precio medio de setenta euros. A lo que hay que añadir una fuente de alimentación que permita un alto consumo energético, teniendo en cuenta luces, ventiladores y procesadores de gran consumo. Una fuente de ochocientos watios, con gran longitud de cableado y conexión para gráficas, promedio de coste, sesenta euros. Queda aclarar que siempre podemos fabricar nosotros nuestra propia caja, y ponerle todo tipo de lucecitas, a esto lo llamamos modding, que es igual que el tunning para los coches. Claro que esto último puede salir más costoso que comprarlo todo de fábrica.
Y con esto tenemos nuestra CPU, ahora toca tirar de periféricos, si queremos altavoces, pantallas, teclados, ratones, y un sinfín de aparatos que me permitan disfrutar del ordenador, todos ellos bien diseñados, con lucecitas y todo tipo de mejoras. Pero bueno esto sería el cuento de nunca acabar, mejor me centro solo en la unidad central de procesos.
Cojo la calculadora del sistema, sumo, y da mil quinientos treinta ‘eurazos’ del ala. Sin tirar con pólvora del rey, que he puesto promedios de precios del mercado y no me he ido a marcas caras. Carita de ojos como platos, boca marcando una O mayúscula y culo más apretado que el traje de un torero.
Y como soy un señor mayor, que aprendí que no se puede vivir de sueños, descarto toda idea de comprarme una de estas máquinas. Y me digo que los ordenadores con lucecitas son circos ambulantes. Que soy demasiado manco para que estos PC’s me hagan jugar mejor. Que para cuando tenga dinero para comprarme una de estas computadoras, de seguro que han inventado un crecepelo efectivo… qué “güebos” nada de lo que me diga me quita la envidia que siento montándolos, puñetero efecto del perro de Pavlov ese.
Angelito´S
