Ya sabéis, soy un señor mayor, con cosas de señor mayor. “Animalico” el gato de este hombre, de seguro que se lo cargó, metiéndolo en la caja para explicar el funcionamiento de la física cuántica. Es algo así como que, cuando destapemos la caja sabremos si el gato está muerto o vivo, no obstante, este señor puso en la caja una trampa para gasear al gatito. Gracias a esta física, existe, la informática, nuestra tecnología actual y la era de las comunicaciones en la que vivimos.
Esto me viene al caso; el futuro es como la física cuántica, incluidas las trampas mortales. Mucho he leído y he visto en pantalla, sobre cómo puede ser nuestro futuro. Y casi siempre acaba en catástrofe. Apocalipsis robóticos, cibernéticos y dominación por el bien de la humanidad de ordenadores paternalistas. Mutaciones genéticas dirigidas por inteligencias artificiales, que nos llevan del homo sapiens al homo supremo muy cercano a las ideas de Federico Nietzsche.
Pero alejándonos de esta ciencia ficción peliculera, sí creo que, en un futuro muy cercano, el hombre se integrará con las maquinas. Ya son muchos los casos quirúrgicos con miembros robóticos artificiales que facilitan la vida de las personas. Y sigo pensando que los nano robots médicos en nuestra circulación sanguínea, pueden llegar a resolver muchos problemas de mortalidad de los seres vivos.
Vemos a diario casas mecanizadas, domóticas, que simplifican nuestra vida. Con luces, calefacción, aire acondicionado, persianas y todo tipo de gestión por control remoto a través de nuestro móvil. Yo traslado esta idea a ciudades domotizadas, que implementen la libre circulación de individuos y gestionen la convivencia, así como la masificación ciudadana de las urbes. Un sistema de control urbanístico informatizado que aplique conceptos de sostenibilidad y gestión de recursos, y que no masifiquen los servicios sociales.
No soy un adivino al afirmar que nuestro sistema energético va a cambiar. No creo que desaparezca del todo nuestro consumo de combustibles fósiles, pero sí vamos a implementar todo tipo de energías de las que llaman renovables; solar, eólica, geotérmica y demás. Esto supongo mejorará nuestros problemas con el medio ambiente, pero lo que de verdad creo que va a mejorar es nuestro consumo responsable de estas energías, creando aparatos de menor consumo, o aplicando normativas que creen una sostenibilidad del sistema que no conlleve siempre un mayor consumo. Limitando, desde el número de electrodomésticos, hasta los desplazamientos mecanizados, haciendo que nuestro consumo energético sea responsabilidad de todos y no lo apliquen solo como concepto que mueva las economías. Energía para todos gratis y consumo normalizado a las necesidades particulares.
Si hecho a mover la ruleta de la fortuna, podría afirmar que vamos hacia una humanidad en paz y en buena convivencia con su vecino. Más falso que una moneda de tres euros. Somos competitivos, violentos y sobre todo… amantes de lo ajeno. Supongo que desde que el hombre es hombre, tenemos un gen egoísta que nos hace ser como somos. Pero sí que podemos guiar nuestros instintos de supervivencia. El mismo gen que nos hace curiosos, nos obliga a cruzar límites y, sobre todo, nos convierte en fabulosos exploradores. Nuestro futuro nos lleva a descubrir nuevos mundos. Viajar a las estrellas, colonizar nuevos sistemas solares. El futuro pasa por salir de nuestro planeta, dejar de lado ideas nacionalistas de pequeñas comunidades y participar en el descubrimiento y terraformación por parte de la humanidad sobre este infinito espacio en expansión. Si el hombre como especie quiere sobrevivir, no puede quedarse encerrado en este pedrusco que llamamos Tierra. Saldremos a las estrellas y las conquistaremos, y aunque seamos beligerantes y egoístas, sobreviviremos.
Como la caja en que este físico encerró a su gato, todo puede pasar, solo hay que abrir la tapa y observar nuestro bagaje.
Y como soy un señor mayor, que le da por pensar en su futuro, me veo congelado viajando a planetas en otros sistemas solares, inmortal gracias a los nano robots médicos, aunque lo más probable es que acabe en una residencia, eso sí, domotizada, con internet a un terabyte, y siguiendo mis canales y blogs favoritos.
Angelito´S
