Ya sabéis, soy un señor mayor, con cosas de señor mayor. Son muchos los que se definen como padres de la informática. Es más, son demasiados los que consideran a la informática una ciencia, aunque más bien es una herramienta que se aprovecha de las demás ciencias y tecnologías para automatizar el tratamiento de la información. Esta tecnología bebe del conocimiento de un sinfín de personas, matemáticos, físicos, escritores, filósofos y demás cocos del mundo mundial.
Lo que me lleva al caso de mi particular homenaje a los que considero aportaron mayor prestigio y avances tecnológicos a la profesión que práctico. Pero al elegir a los siguientes personajes no quiero que se vea como un menosprecio a las aportaciones que hicieron otros. No los elijo por su importancia ni méritos personales, simplemente es la selección que más me gusta y que veo de mayor interés profesional.
Turing. Alan Mathison Turing, nacido en Inglaterra en 1912, muriendo a la temprana edad de 42 años en circunstancias muy discutidas y tortuosas. Este señor fue un talento desde muy temprana edad, estudió con becas en las más prestigiosas universidades y academias de su país, siendo alumno del mismísimo Von Neumann, del que hemos hablado anteriormente en esta serie de héroes y leyendas, del que sacaría las ideas para la construcción de un ordenador mucho antes que su maestro.
En 1939, con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Turing fue reclutado por el ejército británico para descifrar los códigos emitidos por la máquina Enigma utilizada por los alemanes. En el deseo de obtener mejores máquinas descifradoras, se comenzó a construir la primera computadora electrónica, llamada Colossus, bajo la supervisión de Turing. Se construyeron 10 unidades y la primera empezó a operar en 1943. En 1944, Turing fue contratado por el Laboratorio Nacional de Física (NLP) para competir con el proyecto americano EDVAC de Von Neumann. Turing ejerció como Oficial Científico Principal a cargo del Automatic Computing Engine (ACE). Hacia 1947, Turing concibió la idea de las redes de cómputo y el concepto de subrutina y biblioteca de software. También describió las ideas básicas de lo que hoy se conoce como red neuronal. El resultado fue el Manchester Mark I, que estuvo acabado en 1948 antes que el EDVAC de Neumann. Turing diseñó para esta máquina un lenguaje de programación basado en el código empleado por los teletipos. Otro de los campos de investigación de Turing fue la inteligencia artificial. Se puede decir que esta disciplina nació a partir del artículo titulado "Computing Machinery and Inteligence" publicado por Turing en 1950. Es muy famosa la primera frase de este artículo: "Propongo considerar la siguiente cuestión: ¿Pueden pensar las máquinas?". Turing propuso un método llamado el test de Turing para determinar si las máquinas podrían tener la capacidad de pensar.
Este señor, científico e inventor, fue muy condecorado y le dieron grandes honores, medallas y premios en su país de origen. Pero un simple hecho de su vida lo llevó a la palestra, fue condenado por homosexual, vilipendiado y castrado químicamente. Por eso le suelo llamar Turing el asexuado.
Pero no es cosa de broma inducir a una persona a la castración para poder ser aceptado en su sociedad. Mucho se ha escrito, y muchas películas se han hecho de este personaje, una vida de magnificas ocurrencias científicas y maravillosos inventos de ordenadores. Una vida que ayudó a ganar a su país una guerra mundial. Pero lo que queda en el inconsciente colectivo es que fue un invertido sexual.
Su nombre lleva un prestigioso premio para los informáticos desde 1966. Pero hasta 2014 la reina de Inglaterra no le dio el indulto a título póstumo. Hasta aquí su verdadera historia.
Cuenta la leyenda que Turing se suicidó, ocasionado por una crisis nerviosa fruto de las pastillas que tomaba para su castración. Aunque se corrió mucho el rumor de que fue envenenado con una manzana, acto cometido por algún homófobo. De ahí que los dueños de Apple pusieran como logotipo una manzana mordida en honor a mi héroe.
Por una maravillosa mente y un sinfín de inventos informáticos considero a este señor el tercer padre fundador de la informática.
Y como soy un señor mayor que piensa en el refrán ese de que “a burro muerto, la cebada al rabo”. Yo diría a esa reina que se meta el indulto en donde le quepa y sus disculpas también, que Turing ni lo necesita ni lo quiere.
Angelito´S
